Corresponsal desde la revolución en Túnez y Libia para el Organizador Obrero Internacional

…Ayer partimos desde la ciudad de Dahiba (Túnez), donde sus habitantes nos brindaron su inmensa hospitalidad. Desde aquella ciudad las milicias libias reciben armas, en su mayoría rifles de asalto AK-47 y lanzagranadas proveídos por los propios trabajadores y el pueblo tunecino. También en el hospital de Dahiba se atienden a los milicianos heridos por las bandas armadas de Khadafy. Mientras decenas de familias tunecinas alojan en sus humildes casas a cientos de familias libias. La solidaridad internacionalista es total. Khadafy lo sabe por eso sus tropas bombardean la ciudad; mientras la OTAN, el CNT de Bengasi e incluso el gobierno interino tunecino lo dejan correr…

…Los tunecinos, a pesar y en contra del gobierno de transición, de los partidos opositores patronales, de la oficialidad del ejército, de la UGTT y del “frente 14 de enero”, han conquistado un camino para luchar junto a sus hermanos libios, al mismo tiempo que en su país no cesan las huelgas, las movilizaciones, las quemas de comisarías y los enfrentamientos con la policía y el ejército. 
El comentario de todo obrero, joven estudiante o desempleado es que “si la revolución Libia fracasa, nosotros sufriremos más que los libios”. Cuando uno pregunta ¿por qué?, ellos responden “porque Túnez fue la chispa”…

…Es mentira que la OTAN entrega armamento a las milicias. El CNT se niega a proveer armas pesadas a los milicianos en el frente de batalla. Los combatientes dicen que las armas –además de las que conceden los tunecinos- se conquistan en las batallas arrancándoselas a las fuerzas de Khadafy…

…Hoy hemos cruzado la frontera. Ahora nos encontramos a unos 50 kilómetros de Zawiyah, al oeste de Trípoli. Ayer hubo intensos choques con las fuerzas de Khadafy. El escenario de batalla fueron las montañas de Nafousa. Más de cien soldados cayeron del bando enemigo. Sin embargo los médicos y enfermeros informan que hay quince milicianos muertos. Hay llanto, pero prima la calma en los obreros, estudiantes, pequeños comerciantes, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, que dan su vida a la revolución. Las tropas de Khadafy huyeron hacia la ciudad. Las montañas quedaron bajo control de las milicias. A pesar de la amargura por los nuevos mártires, se celebra saber que el día terminó con una victoria. ¡Trípoli esta más cerca!...